cabeza de demonio

MAC OLE-00647
Nombre de objeto figura
Cultura/periodo Medieval
Material yeso, hierro
Técnica a molde
Ceca
Datación 1300 / 1500
Ubicación Reserves
Nombre del yacimineto Olèrdola. Església de Sant Miquel (sector 06)
Municipio Olèrdola (Alt Penedès)
Medidas 330 x 200 x 170 mm
Descripción
Cara grotesca que representa un diablo, con la boca cerrada, enseñando los dientes. La pieza iba aplicada a una superficie y sustentado sobre una base. En la parte central de la pieza hay un tallo de hierro. Fue recuperado, junto con otras piezas de las mismas características, en la intervención del año 2007 en la iglesia de San Miguel de Olèrdola, en el marco del proyecto de restauración del edificio prerrománico y románico. Los objetos de yeso estaban escondidos dentro de un armario litúrgico situado en el paramento norte, de la nave, cerca del arco triunfal. Este armario estaba relacionado con un corazón sobre elevado situado en este espacio. El escondite de los fines de demonio, de un angelito y de un santo está relacionada con la creencia de que llevaba mala astrugància la destrucción de ciertas figuras. Este fin de demonio junto con los otros elementos similares formaban probablemente parte de un retablo mayor gótico, de estilo rural, dedicado a San Miguel y que presidía el ábside. Estas son los únicos restos del supuesto retablo. La figura del demonio está relacionada estrechamente con San Miguel, ya que es este arcángel el encargado del peso de las almas el día del juicio final. San Miguel es el arcángel principal, jefe de los ejércitos celestiales y príncipe de los ángeles. Aqueta doble figura queda reflejada con una abundante iconografía, donde lo podemos ver venciendo al dragón / diablo (lo podemos distinguir de San Jorge por las alas). En la iconografía medieval San Miguel preside la escena de la psicostasia, que muestra el día del Juicio Final. El santo es el encargado del peso de las almas y está permanente vigilante ante las trampas del demonio, como desequilibrar una de las dos balanzas para que el alma de un difunto vaya al infierno y no al cielo.
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Omeka ID 2301